Tiramisú

En primer lugar, preparamos una cafetera de café bien fuerte, de calidad y dejamos enfriar.

En un cazo, ponemos 90 gr. De azúcar con 45 ml de agua y lo llevamos al fuego para preparar un almíbar espeso.

Batimos las 6 yemas un minuto y cuando el almíbar alcance los 120 grados Lo vamos agregando a las yemas en forma de hilo sin dejar de batir con la batidora eléctrica (con cuidado de no verter el almíbar directamente sobre las varillas) y seguimos batiendo unos minutos hasta que las yemas cojan volumen y textura de crema y se entibien un poco.

Cuando estén bastante frías, se añade el mascarpone y la vainilla y se sigue batiendo hasta mezclar bien. Se reserva la crema en la nevera.

Después, montamos en un recipiente las claras a punto de nieve y repetimos un almíbar con el mismo azúcar y agua que el anterior. Cuando llegue también a 120º repetiremos el proceso y lo agregaremos a las claras en hilo sin dejar de batir con las varillas y batiremos hasta que estén firmes y se enfríen casi del todo.

A la crema de yemas y mascarpone le añadimos las claras montadas en varias partes y mezclamos más suavemente hasta integrarlo todo.

En el molde que queramos, normalmente se utiliza uno de rectangular, ponemos una capa de bizcochos de soletilla en el fondo y empapamos de café (aquí se le puede poner también un poco de licor, de amaretto por ejemplo). Los cubrimos con una capa de la crema de mascarpone y espolvoreamos con cacao puro por encima. Hacemos lo mismo con otra capa de bizcochos y finalizamos con una de crema de mascarpone con cacao espolvoreado por encima.

Ponemos en la nevera mínimo 4 horas mínimo para que quede consistente. Mejor de un día para otro.