Exprimimos las naranjas (1-2). Necesitamos el jugo tanto para el pastel como para el glaseado. Se puede jugar un poco con las cantidades: con 2-3 cucharadas se prepara el glaseado, otras 2-3 cucharadas de echan en los agujeros del pastel, y el resto se añade a la masa.
Rallamos la cáscara de la naranja con un rallador, haciendo espirales de la parte exterior y la parte superior, y las dejamos a un lado.
En un bol, batimos con una batidora el aceite, los huevos, el azúcar y el azúcar vainillado hasta obtener una masa homogénea.
Añadimos la harina, la levadura en polvo, un poco de jugo de naranja, algunas ralladuras de naranja y el agua con gas. Mezclamos bien.
Vertemos la masa en un molde rectangular alto y horneamos durante unos 50 minutos a 180°C con calor arriba y abajo. Según el horno puede tardar hasta 65minutos, se recomienda probar con un pinchito de metal a partir de los 50 minutos. Cubrimos con un papel aluminio si se deja algo más de 55-60 minutos.
Cuando el pastel esté listo, lo dejamos enfriar un poco y luego lo desmoldamos en una bandeja para pasteles. Con un palillo de brocheta, pinchamos muchos agujeros pequeños en el pastel.
Rocíamos el pastel con el jugo de naranja para que se absorba en los agujeros.
Mezclamos el azúcar glas con el jugo de naranja y cubrimos el pastel con este glaseado. Decoramos con las ralladuras de naranja restantes, servimos y disfrutamos.