Lava bien los membrillos, quita las semillas y córtalos en trozos. No es necesario pelarlos, ya que la piel añade pectina, lo que ayuda a espesar el dulce.
Coloca los trozos de membrillo en una cacerola grande y cúbrelos con agua. Agrega el jugo del limón y cocina a fuego medio hasta que estén tiernos, aproximadamente 45 minutos.
Escurre los membrillos cocidos y colócalos en una licuadora o procesador de alimentos. Procesa hasta obtener un puré suave.
Para calcular la cantidad de azúcar pesa el puré. Utilizarás un 100% o 80% de del peso del puré en azúcar. A gusto.
Vuelve a poner el puré en la cacerola, añade el azúcar y cocina a fuego lento, removiendo constantemente para evitar que se pegue. Cocina hasta que la mezcla espese y adquiera un color rojo brillante, aproximadamente 60-90 minutos. Un truco para saber si está listo es pasar la paleta de cocina por el fondo de la olla y comprobar que no se rellana el hueco. Vierte el dulce de membrillo en moldes o recipientes previamente engrasados o en una bandeja de horno con papel de horno. Dejar secar unos días completamente antes de desmoldar, dar la vuelta y dejar secar por el otro lado. Se puede guardar en el refrigerador por varios meses.Para acelerar el secado se puede meter en el horno a 50º con el ventilador.El proceso de secado tardará varios días y hay que darle la vuelta. Realizarlo en un lugar fresco y seco para evitar la aparición de hongos.